Es un lugar amplio donde se aprecia un comienzo de construcción que fue abandonada. El área del lugar posee pilares ubicados en lugares precisos siguiendo un orden simétrico. Sus colores se encuentran dentro de la escala del gris y el marrón Se encuentra sin cuidados, reflejando su abandono. Los cimientos se encuentran destruidos debido al paso del tiempo. La naturaleza comenzó a intervenir en el lugar. El espacio tiene una textura árida y fuerte. Un ambiente seco y rígido. Una especie de oasis verde se instala en el centro del lugar. Huele a tierra, polvo.
Funcionalidad o utilidad
Las huellas de ruedas dibujan el suelo árido dejando una textura suave y polvorienta donde antes solo había tierra rajada. La vegetación se entremezcla con los barrotes de hierro cercanos a los pilares. Variados graffitis se aprecian en los pilares instalados, algunos son coloridos y otros de alguna forma "respetan" la escala cromática del entorno.
Carga histórica
El lugar refleja su propia carga histórica. Se construyo bajo el mandato de Ongania con la idea de reunir a todos los estudiantes en un solo punto, para así en caso de incidentes tenes un acceso fácil y total para controlar la situación. El silencio del lugar podría reflejar el objetivo que se buscaba al construirlo, es decir, el de tener una universidad sin ruidos revolucionarios y sin crecimiento intelectual no controlado.
Carga simbólica
Se siente una sensación desoladora al observar el lugar. Es un lugar que tendría que haber reunido a miles de estudiantes y cuyo objetivo hoy solo reúne escombros. Los subsuelos abandonados y tapados parecen ser tumbas que encierran la ilusión de lo que podría llegar a existir si el lugar no hubiera sido abandonado. Al ver el edificio de la FADU no se puede evitar hacer una comparación y allí es donde nacen las sensaciones tristes. La altura de los pilares son semejantes entre si. Al verlos desde una vista panorámica parecieran reflejar un corte horizontal similar a la tala de arboles, lo que simboliza el no crecimiento, el no desarrollo. Pareciera que al ver a la FADU vemos un bosque en desarrollo y al ver estas estructuras observamos solamente un bosque talado y sin vida.
JUAN FIGUEROA - EVELYN MEZA
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