La comunicación indica un ida y una vuelta.
¿A quien tenemos que hablar? Es una de las primeras preguntas que debemos realizarnos al diseñar.
Los discursos ideológicos son realizados por aparatos. Estos aparatos toman decisiones automatizadas por otras personas, hay que tener en cuanta ello, para saber y decidir hasta que punto dejamos que un dispositivo tome decisiones por nosotros.
La efectividad de expresar un mensaje depende de la interfaz que se elija para comunicarse.
Es de vital importancia preguntarse ¿Cual es el dispositivo que necesito para expresar lo que quiero?
Hoy en día vivimos en un universo de pantallas. Algunos artistas cuestionan que el producto imponga un tiempo de exhibición y empiezan a plantear que el relato se produzca con el desplazamiento del espectador.
Las pantallas prometen mostrar pero terminan ocultando todo aquello que no aparece en el encuadre, nos muestran tan solo una selección, un fragmento, que ni siquiera nosotros elegimos. El montaje nos muestra aquello que el autor quiere, pero si este no existiera no habrían autores.
Hoy en día con Internet los productos se viralizan, llegan sin remitentes imponiéndose ante nosotros.
Las nuevas tecnologías dan nuevos contenidos y una manera diferente de abordar los antiguos.
Hay que informarse, conocer los nuevos dispositivos,artefactos y tecnologías para preguntarnos cual es la que nos conviene para contar eso que queremos dependiendo también de a quien nos dirigimos y porque lo hacemos y así a partir de respondernos estas preguntar, comenzar el trabajo del diseño, siempre tratando de entender hacia quien va ir dirigido aquello que realizamos.
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